28 marzo 2011

La difícil misión de la nueva Italia de Prandelli

Fueron campeones en el Mundial de Alemania 2006 cuando nadie lo esperaba tras una final ante Francia en la que ganaron por penaltis lo que perdieron en 1994 ante Brasil. Pero desde que Grosso marcara el penalti definitivo, la selección italiana se alejó de la senda del triunfo para caer de manera paulatina en el sendero de la derrota. Tras Donadoni y el regreso de Lippi le tocó el turno a Cesare Prandelli, quien tiene la difícil misión de reflotar la nave 'azzurra', haciendo un grupo competitivo en un fútbol que tiene por delante un complicado relevo generacional.

La inercia ganadora del 2006 les llevó a hacer frente a la selección española en la Eurocopa 2008, que sólo pudo pasar en los penaltis, pero cayeron con estrépito en la primera fase de la Copa Confederaciones de 2009 y el Mundial de Sudáfrica. El próximo reto estará en la Eurocopa de 2012, adonde se encamina con paso firme en su grupo de clasificación, y para ello Prandelli cuenta con una mezcla de veteranos y jóvenes valores. La realidad es que no sobra el talento en el fútbol italiano, y la selección es un fiel reflejo de lo que sucede en una liga que ha perdido buena parte de su valor.

Sin embargo no creo que la actual selección italiana carezca de posibilidades. Es un equipo que procura jugar con el balón a ras de césped, a imagen y semejanza de la Fiorentina que con buen gusto dirigiera Prandelli, aunque admite un balón largo si así lo exige el guión. Un grupo competitivo que puede dar problemas a cualquiera, pero carece de la calidad que habitualmente ha tenido Italia. No tienen el 'fuoriclasse' que ha destacado sobre el resto en las últimas décadas, desde Roberto Baggio hasta Totti pasando por Mancini, Zola o Del Piero, la defensa no tiene nombres como los de Nesta, Cannavaro o Panucci, por no hablar de los Baresi o Maldini, y tampoco poseen un delantero como Vialli, Signori, Vieri o Inzaghi.

La portería tampoco disfruta de la bonanza de los últimos años, cuando había mucho y bueno donde elegir y se veían porteros como Toldo o Peruzzi en el banquillo, pero siguen contando con Buffon, ya recuperado de su lesión de espalda, y eso es una garantía. Tras él están guardametas como Emiliano Viviano (Bologna) y Salvatore Sirigu (Palermo), que están completando una buena campaña en el Calcio.

La defensa está comandada por Chiellini, que ha sido probado como lateral zurdo tanto en la Juventus como en la selección, pero su sitio está en el centro. Le suele acompañar su compañero juventino Bonucci, y Ranocchia es la opción que más gusta de cara al futuro. Prandelli gusta de laterales con recorrido ya que acumula jugadores en el centro del campo, y los titulares en el último partido fueron Maggio por la derecha, que suele jugar de centrocampista, y Balzaretti por la izquierda. Cassani y los jóvenes Santon y Criscito, más defensivo, son las otras alternativas.

El centro del campo es donde más calidad aúna Italia en estos momentos, sin embargo, a jugadores como De Rossi o Montolivo les cuesta rendir en la selección como lo hacen en sus clubes. No hay que olvidar a Pirlo, ahora lesionado y que sigue siendo el jugador con más clase del centro del campo italiano. Por otra parte, existe polémica en Italia ya que De Rossi no ha sido incluido en la última convocatoria debido al código ético de Prandelli: si un jugador ha sido sancionado en su club por conducta antideportiva tampoco estará en la selección. Prandelli alegra, no sin razón, que con sus clubes también representan a Italia, y quizá le sirva al romano para pensárselo mejor.

El ítalo-brasileño Thiago Motta es la última gran novedad, un jugador que no goza de buena prensa en España pero que es considerado un buen centrocampista en Italia, donde fue clave en el triplete del Inter. Difícil lo tendrá para arrebatarle el puesto a De Rossi o Pirlo, pero ante Eslovenia, en su segundo partido como internacional, ya fue el que marcó el gol de la victoria. Aquilani, que ha recuperado las buenas sensaciones en la Juventus tras un año poco fructífero en el Liverpool, y su compañero Marchisio son otras alternativas, además de Mauri, más ofensivo.

La delantera, a pesar de no tener los nombres mencionados de anteriores generaciones, posee un buen ramillete de alternativas. La delantera titular de Prandelli suele estar formada por la antigua dupla de la Sampdoria, Pazzini y Cassano, hoy en Inter y Milan respectivamente. Cassano es sin duda el mayor talento actual de Italia, pero es irregular y parece que nunca está en la forma más idónea. No obstante ha dejado detalles interesantes en los últimos encuentros de la selección.

Pazzini, que curiosamente era suplente en la Fiore de Prandelli y que sólo ha marcado un gol como internacional, suele ser el titular. Otras opciones son Matri, que está creciendo en Turín, Rossi, protagonista de una gran campaña en Villarreal, Giovinco, que empieza a entrar en las convocatorias, Borriello o Gilardino, sin olvidar al polémico Balotelli además de Quagliarella, que está lesionado. Sorprende la ausencia del veterano Di Natale, máximo goleador del Calcio y en un gran momento de forma.

Italia es primera del Grupo C tras cinco partidos con trece puntos, seis más que Eslovenia y Serbia, y tiene el pase a la Eurocopa de Polonia y Ucrania bien encarrilado. Será allí donde muestren la verdadera medida de sus posibilidades.

23 marzo 2011

Lucas, aspirante a crack mundial

Lucas es el penúltimo exponente de la estirpe de futbolistas brasileños, técnicamente superlativo, su catálogo de recursos para desbordar y encarar con éxito es casi interminable. Muy potente en la arrancada, su extraordinario cambio de ritmo provoca que su porcentaje de acierto en el desborde sea muy elevado. Es, además, un centrocampista versátil, capaz de desenvolverse con éxito tanto en la media punta como escorado a cualquiera de las bandas. Todo un crack en ciernes que atesora una magnífica calidad técnica y una elegancia al alcance de algunos elegidos. Es sin duda uno de los jugadores más prometedores del país, y tiene por delante una exitosa carrera que no ha hecho más que comenzar.

Lucas Rodrigues Moura da Silva nació el 13 de agosto de 1992 en São Paulo (Brasil). Ingresó a muy temprana edad en la 'Escolinha de Futebol do Marcelinho Carioca', llegando incluso a tomar el sobrenombre de Marcelinho, con el que fue conocido en sus inicios futbolísticos. En 2005, tras pasar 3 temporadas en las categorías inferiores del SC Corinthians, decidió cambiar de aires y enrolarse en las filas del São Paulo FC. En la cantera del club del Morumbí rápidamente comenzó a destacar. De hecho, su palmarés en competiciones juveniles es digno de admiración. En 2007 conquistó la Nike Cup, la Copa Brasil y el Campeonato Paulista. Un año más tarde ganó la Copa do Meditarraneo y en 2009 contribuyó a la victoria de su equipo en la Dallas Cup.

No obstante, si hay un año especial en la corta carrera de este precoz talento, ése es el 2010. En primer lugar, se proclamó campeón de la Copa São Paulo Futebol Júnior con un papel estelar. Tras este brillante inicio de temporada, el verano le depararía al joven Lucas un acontecimiento aún más importante, el de su debut con la primera plantilla frente al Atlético Paranaense el pasado mes de agosto. A partir de ahí, se incorporó a la disciplina profesional del conjunto paulista. Sumó varias actuaciones brillantes e incluso su fulgurante irrupción provocó que estuviese nominado como futbolista revelación del Brasileirão 2010. Esto solo fue el comienzo de una trayectoria en alza.

Tras su paso por la selección sub-18, a comienzos del presente año, fue uno de los elegidos por el técnico Ney Franco para defender a Brasil en el sudamericano sub-20. Llegó a tierras peruanas con el cartel del socio principal de Neymar, y tras el delantero del Santos, probablemente fue el mejor jugador del torneo. El campeonato que ha hecho Lucas ha sido de sobresaliente, ha maravillado a todos los ojeadores que han seguido el torneo, con su magnífica visión de juego, llegada al área, y su asociación con Neymar ha supuesto el 80% del éxito de la 'verdeamarelha'. Brilló con luz propia en el duelo decisivo frente a los uruguayos, anotando un hat-trick y abriendo el marcador con dos goles de bella factura.

Tras su regreso a la disciplina del São Paulo, ya ha contribuido a una nueva victoria de su equipo en la Copa de Brasil. Lejos de conformarse, ha continuado con su buen momento por lo que el seleccionador brasileño, Mano Menezes lo ha convocado para jugar un amistoso con la absoluta frente a Escocia el próximo día 27. Su gran progresión ya ha propiciado que equipos de la talla del Inter, Manchester United, Arsenal, Chelsea o Real Madrid ya han apuntado su nombre en las agendas de futuros fichajes. Sin embargo, el precoz talento paulista acaba de renovar su contrato con un considerable aumento de la cláusula de rescisión, cercana a los 85 millones de euros.

Creador nato, gran distribuidor y mejor organizador, son algunos de las cualidades de Lucas, a las que hay que añadir una enorme visión de juego y precisión en el desplazamiento de balón tanto en corto como en largo, está capacitado para asistir pero eso no significa que esté exento de olfato goleador, ya que su duro y preciso disparo desde media distancia unido a su sangre fría delante del portero provocan que perfore la meta rival con relativa facilidad. Jugador diestro, de corta estatura (172 cm), no tiene gran fortaleza muscular para aguantar los envites del rival y debe mejorar en la dosificación de esfuerzos ya que, en ocasiones, le falta fuelle en los instantes finales del partido cuando el ritmo de éste es alto. Un jugador muy veloz al que su magnífica conducción de balón en carrera, siempre con la cabeza levantada, le convierte en el hombre ideal en los contragolpes. Con facilidad para asociarse, juega bien al primer toque y se siente a gusto contribuyendo a un fútbol coral, aportando fluidez a la circulación de balón. Dotado de una gran personalidad, se echa al equipo a la espalda y busca estar siempre en contacto con la pelota, pidiéndole al pie y al espacio.

22 marzo 2011

La impresionante historia del Panyee FC

Cada vez cuesta más encontrar buenas historias así que, a la que alguien se topa con una de ellas, es normal que ésta acabe en una pantalla en forma de película, serie o anuncio. Es el caso del Panyee FC que podría haber acabado en un anuncio de Aquarius y sin embargo lo hace en uno de un banco tailandés.

Nuestra historia de hoy nos lleva a detenernos en Koh Panyee, un pequeño pueblo del sur de Tailandia construido por pescadores indonesios (hace unos 200 años) encima de pilotes de madera a modo de extraño puerto-aldea sobre las aguas de la Bahía de Phang Nga. De allí procede el Panyee Football Club, un equipo con una curiosa historia a sus espaldas.

Los jóvenes de Koh Panyee, grandes apasionados del fútbol, sufrían no pudiendo poner en práctica lo que veían hacer a sus ídolos deportivos en la televisión. En su pueblo flotante, donde unos metros cuadrados son un lujo, no se podía jugar. Obstinados, aunaron fuerzas para construir una superficie flotante sobre la que poder dar patadas a un balón, y un día, tras no poco esfuerzo, vieron hecho realidad su sueño.

La historia, basada en hechos reales, sucedió a mediados de los ochenta, concretamente en 1986, y ahora, ha sido llevada a la pantalla a modo de corto dentro de una acción publicitaria del TMB (Thai Military Bank), realizada por la agencia Leo Burnett & Arc Worldwide dentro de la campaña 'Make the Difference' que circula estos días por las redes sociales. En la actualidad, el Panyee FC es uno de los equipos juveniles más importantes y laureados de Tailandia y han conseguido uno de sus sueños: poder entrenar sobre un campo sobre tierra firme.

21 marzo 2011

EQUIPOS DE LEYENDA: El Torino de los años 40

Hubo un tiempo en el que el Calcio fue el ejemplo del fútbol total. Un día no muy lejano en el que cualquier atisbo del 'catenaccio' se alejaba radicalmente de la liga italiana. Un equipo al norte de Italia combatía la época de decadencia con un juego alegre y atrevido. Pero esa batalla llena de entusiasmo y felicidad se convirtió en una derrota desdichada y trágica.

Con el inicio de la década de los 40, el fútbol en Italia está íntimamente ligado al nombre de un equipo: el Torino AC. Tras su primer scudetto en la temporada 1928-29, han de pasar cerca de 13 años para que el equipo turinés reviva viejos laureles perdidos. Será precisamente de la mano de su nuevo presidente, Ferrucio Novo, el cual decide que era hora de armar un equipo potente, tras una década, la de los 30, en la que el cuadro 'granota' se instauró de forma cómoda en la Serie A italiana. Ese salto de calidad se dio tras los acertados fichajes de Valentino Mazzola y Ezio Loik (ambos fichados al Venezia), los cuales permitieron alzar a los 'toro', su segundo scudetto en la temporada 1942-43, temporada en la que consiguieron un histórico doblete ya que también ganaron la Copa de Italia. El Torino a estas alturas ya era considerado como el equipo más fuerte del país transalpino, aunque la aparición en escena de la II Guerra Mundial, truncó en gran medida la posibilidad de alzar más títulos, eso sí, por ahora...

La Guerra detiene la liga italiana hasta la temporada 1945-46, en la que el Torino pasaría a ser reconocido y apodado como 'il Grande Toro'. Manteniendo el bloque que ya le había hecho campeón antes de empezar la guerra, el Torino consigue 4 Ligas de forma consecutiva (junto con la de antes de la guerra, 5), desde la 1945-46, hasta la 1948-49. Tal era la magnitud del Torino de aquella época, que su fama a nivel mundial creció de forma espectácular, y sus jugadores eran reconocidos y admirados.

Aquel equipo, entrenado por Egri Erbstein, jugaba con tres defensas y practicaba un fútbol eminentemente ofensivo y arriesgado en el que sobresalía su capitán, Valentino Mazzola, por encima de todos. Se mantuvo invicto en su estadio (el viejo Stadio Filadelfia) durante 93 partidos y conquistó cinco 'Scudettos' de manera consecutiva. Llegó a golear al Milan (10-0) en una temporada, la 1948-49, en la que las cifras muestran con nitidez el dominio que el Torino ejercía por aquel entonces: 125 goles a favor y 33 en contra con 16 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado.

Una hegemonía que llegó hasta ese 4 de mayo de 1949. La fama que se ganaron a base de triunfos provocó que el equipo viajase a jugar amistosos en otros países, por suculentos contratos económicos. Uno de sus viajes llevó a la escuadra turinesa a la ciudad de Lisboa. Allí disputarían un partido contra el Benfica, con motivo de la retirada del gran capitán lisboeta, José Ferreira, amigo personal de Mazzola.

Pasadas las 5 de la tarde sonó el pitido final sin que este equipo de leyenda pudiera tener la más mínima opción de ganar. Sus ilusiones, esperanzas o ambiciones murieron cuando aquel avión trimotor de las aerolíneas italianas, Fiat G212CP, se estrelló contra la cúpula de la Basílica de Superga, a 20 kilómetros de Turín. Tras la pertinente investigación, las autoridades italianas concluyeron que las causas del accidente habían sido las nubes bajas, falta de ayuda desde la radio y un error de navegación, como principales factores que contribuyeron de forma fatal al accidente. En el desastre fallecieron todos los pasajeros. 33 personas entre las que se encontraban los dieciocho futbolistas de aquél mágico Torino. Un fuerte temporal y una espesa niebla les tenían guardado un inesperado aterrizaje a su regreso.

Nadie sobrevivió al impacto. Nadie salvo dos futbolistas que, por distintas razones, no subieron a ese maldito avión. El mítico Ladislao Kubala fue uno de ellos. El futbolista húngaro que más tarde se convertiría en una estrella mundial había sido invitado como estrella mediática al evento. Kubala tuvo que quedarse en Lisboa, junto a su mujer, porque su hijo había enfermado. Los 3 deberían haber volado en el avión que les llevaría a Italia, ya que por aquel entonces, Kubala jugaba en el Pro Patria italiano.

El otro superviviente de aquella plantilla fue Sauro Tomá, un lateral izquierdo procedente del modesto La Spezia que acababa de fichar por el Torino con 23 años. "El co-entrenador, Leslie Lievesley nos había dicho a Valentino Mazzola y a mí que nos cuidáramos de las lesiones antes de viajar. Mazzola no estaba bien del todo, pero podía jugar y viajó. Yo tenía problemas en la rodilla y el entrenador me aconsejó que me quedara en casa. Me sentí el hombre más desdichado de Turín. Todo el Torino viajó a Lisboa, y yo me quedé en casa, lesionado". Son palabras de aquel joven futbolista que sería ya recordado como el defensa más afortunado del mundo.

Son muchos los que apuntan que si la historia de aquel equipo no hubiera terminado de manera repentina hoy quizá no existiera el 'catenaccio'. Puede que tampoco la Juve fuera el peso pesado que es actualmente en el Calcio. Pero si el Torino se quedó tocado anímica y deportivamente, no menos duro resultó para el combinado nacional. En un equipo dirigido por Vittorio Pozzo, la plantilla del Toro monopolizaba las alineaciones del combinado nacional. El puesto de portero era el único que se libraba de ese acaparamiento turinés.

Con el desastre, en el que el propio Vittorio Pozzo tuvo que reconocer los cuerpos de los futbolistas, terminó una floreciente etapa del fútbol italiano. Más de 500.000 personas acompañaron al Torino en su adiós. En el mismo orden en el que salían al campo fueron anunciados los ataudes a la entrada de la Catedral de Turín. Cuando entró Mazzola el silencio se apoderó de Turín, de Italia y del mundo del fútbol. El gran Torino, lamentablemente, nos había dejado para siempre.

En el momento del accidente, el Torino era líder de la Serie A, con tan solo 4 partidos por disputarse para acabar la Liga. Así, el club siguió jugando con el equipo de los reservas y algunos juveniles de las categorías inferiores. En señal de luto y respeto, sus contrincantes en estos partidos (Genova, Palermo, Sampdoria y Fiorentina), también jugaron con sus equipos reservas repletos de juveniles. Finalmente, en un acto de justicia, el Calcio le otorgó aquel campeonato al Torino.

A partir de ahí, comenzó su declive y el ascenso de la Juventus, que fue comprada por Gianni Agnelli. Nunca volvió a ser el Gran Torino, pero aún pervive en la memoria de todos.

17 marzo 2011

La extraña camiseta de los Caribous de Colorado

La NASL (North American Soccer League) fue una liga de fútbol profesional o 'soccer' en la que competían equipos de Estados Unidos y Canadá. Fue fundada en 1968 y duró hasta 1984. Por esta liga, que fue la antecesora de la actual MLS (Major League of Soccer), pasaron jugadores de la talla de Pelé, Cruyff, Beckenbauer, Carlos Alberto o Best, entre otros.

En 1978 la ciudad de Denver decidió devolver el 'soccer' profesional al estado de Colorado, y como resultado se fundó el equipo de los Colorado Caribous, cuyos propietarios eran el futuro gobernador del estado de Washington entre los años 1985-1993 (Booth Gardner) y Jim Guercio, propietario del rancho Caribou. El equipo no tuvo demasiado éxito y se disolvió al acabar esa misma temporada como tantos otros en la protohistoria del 'soccer' profesional en los Estados Unidos, pero nos dejó un legado que perdurará por los siglos en la historia del fútbol, aunque fuese entrando por la puerta (de atrás) en cuanto a la moda de las camisetas futbolísticas.

La equipación que vestía el conjunto de Colorado se lleva la palma en cuanto a diseños imposibles. En color camel, con las mangas en negro y la parte del pecho en color blanco del que colgaban unos flecos de cuero con clara inspiración en el mundo del 'Far West'. Esta camiseta es más parecida a la camisa típica de un cowboy que a una equipación para la práctica de cualquier deporte. La camiseta suplente tampoco le va a la zaga, ya que su diseño era muy similar a la primera indumentaria del conjunto de los Caribous. La parte del pecho cambia el color blanco por el negro, y el cuello y las mangas van en color camel en lugar del negro de la primera equipación.

Hoy en día esta camiseta está considerada como una de las más feas de la historia del fútbol y no puedo imaginarme a los jugadores de los Caribous corriendo por el campo con esos flecos que les rodean el pecho bailoteando indómitamente. Y es que no me hubiera sorprendido lo más mínimo que el central del equipo hubiera utilizado un lazo para detener a los delanteros rivales, o si el extremo izquierdo corriera la banda a lomos de un potro salvaje. Y es que a pesar de que la moda de los años 70 fuera extremadamente 'psicodélica' no me parece muy serio llevar esta camiseta en un campo de fútbol, ya que le quita a este deporte todo su misticismo.

16 marzo 2011

El milagro de Berna

Título Original: Das Wunder von Bern
Año: 2003
Duración: 118 min.
País: Alemania
Director: Sönke Wortmann
Guión: Sönke Wortmann, Rochus Hahn
Reparto: Louis Klamroth, Peter Lohmeyer, Johanna Gastdorf, Mirko Lang, Birthe Wolter, Katharina Wackernagel, Lukas Gregorowicz, Péter Franke, Sascha Göpel
Productora: Little Shark Entertainment GMBH / Senator Film Produktion / Seven Pictures
Género: Comedia / Drama

Este film germano, injustamente poco conocido, es un claro homenaje a la selección alemana que ganó el Mundial de 1954, venciendo en la final a la potente selección de Hungría, un conjunto que llevaba 4 años sin perder y parecía imbatible. Este hecho es tomado como símbolo del renacimiento de una nueva Alemania, un país sumido en la más dura postguerra.

La cinta recorre los días previos al campeonato, su desarrollo y la final. Todo ello dentro de una buena ambientación, Wortmann ha cuidado los detalles en todos los aspectos, sin olvidarse de lo referente al fútbol. Balones, equipamiento, botas, campos de juego, porterías, que nos hacen recordar aquella época sin encontrar anacronismos (niños con pantalones cortos, pelotas de trapo…), y una fotografía gris pálida, propia de la pobreza y desesperanza de la época.

El hilo argumental se centra en la liberación de prisioneros por parte del ejercito soviético. Entre ellos, se encuentra el padre de Matthias, un niño de 11 años tranquilo y amante del fútbol, que vive con su madre y sus hermanos en una ciudad minera de la Alemania del Este. El niño ha encontrado un sustituto de su padre, el goleador alemán Helmut Rahn. El regreso de Richard, padre del niño, ensombrece la vida familiar, pues retorna destrozado por los años de cautiverio, y tiene problemas para adaptarse a la vida en la Alemania de la época. Para Richard, el fútbol no tiene ningún interés y menos la Copa del Mundo que está a punto de empezar en Suiza, sin embargo Matthias ansía estar con su ídolo. Por otro lado las película nos adentra en el seno de la selección alemana, asistiendo a sus problemas, y como el carismático entrenador Sepp Herberger, dirige el equipo. La parte más floja corresponde a la figura de un joven periodista alemán y su esposa, que van a seguir el campeonato, carece de fuerza y no está a la altura del resto de la cinta.

Es indudable el enorme esfuerzo en su rigor histórico, al menos en lo deportivo, ya que nos cuenta uno de los avances tecnológicos del equipo alemán, las charlas en el vestuario, ruedas de prensa. En los créditos finales vemos desfilar las dos completas alineaciones de los combinados alemán y húngaro que jugaron la final. En definitiva, agradable y vistosa, dentro del reducido círculo de películas deportivas con un mínimo exigible. Una película que gustará a toda la familia y más si son futboleros.

15 marzo 2011

Estádio do Maracanã

Pocos estadios en el mundo pueden jactarse de ser un monumento histórico. Ubicado en Río de Janeiro, representa un escenario casi inexpugnable y lleno de mística, donde conseguir un triunfo requiere de algo más que una buena actuación. Allí no sólo han brillado jugadores de la clase de Pelé, Garrincha, Zico y Romário, sino que con su inmensidad de tamaño, majestuosidad arquitectónica y capacidad de aforo requiere de una fortaleza mental extra para cualquiera que pretenda lucirse.

Perteneciente al gobierno del estado de Río de Janeiro, fue construido para el Mundial de 1950 y la idea estaba clara, ser el estadio más grande del mundo. Fue diseñado por los arquitectos brasileños Miguel Feldman, Waldir Ramos, Raphael Galvão, Oscar Valdetaro, Orlando Azevedo, Antônio Dias Carneiro y Pedro Paulo Bernardes Bastos, quienes levantaron un monstruo de cemento que sirviese como escenario majestuoso en la obtención del título. Las obras, comenzadas en 1948, requirieron del esfuerzo de 10,000 obreros. Y su aforo, a la finalización de las mismas, superaba en 43,000 localidades al estadio más grande construido hasta entonces: el Hampden Park de Glasgow.

Fue inaugurado 16 de junio de 1950 con un partido amistoso y a puertas abiertas que enfrentó a los seleccionados de Río de Janeiro y São Paulo. En el triunfo paulista por 3-1, el primer gol fue convertido por Didí. Originalmente se lo denominó Estádio Municipal do Maracanã, pero en 1964 se le dio su nombre actual 'Estádio Jornalista Mário Filho' en honor al periodista fundador del Jornal dos Sports, un diario local. Pero para los locales su nombre fue y, seguramente, seguirá siendo Maracaná, porque el barrio de Río en que se ubica, que proviene de un pájaro que habitaba el lugar, se llama, precisamente, Maracaná.

Sin embargo, el estreno oficial tuvo lugar con el comienzo del Mundial tan solo ocho días después. Brasil disputó cinco de sus partidos en ese escenario y llegó al partido decisivo ante Uruguay con la confianza de quien se sabe campeón tras ganar a México (4-0), Yugoslavia (2-0), Suecia (7-1) y España (6-1), y empatar a 2 con Suiza. Necesitaba un empate para alcanzar su objetivo. El partido se jugó el 16 de julio de 1950 bajo la atenta mirada de más de 200.000 espectadores. La fiesta parecía inmejorable con la apertura del marcador por parte de Friaca, pero la reacción Charrúa dejó sin aliento a todo Brasil. Juan Schiaffino y Alcides Ghiggia dieron vuelta el marcador y desataron la mayor tristeza deportiva que se recuerde en la historia del fútbol brasileño. Los medios mundiales llamaron a aquella hazaña uruguaya como el 'Maracanazo', título que aún se utiliza cada vez que un equipo derrota a los locales en dicho escenario.

El estadio tiene forma oval y ocupa casi 200.000 metros cuadrados de área total. Tiene un perímetro de 800 metros, una altura máxima de 32 metros, y una elipse sin apoyos visibles en la parte interior con 300 metros de eje mayor y 260 metros en el menor. Estaba proyectado para albergar 155.000 personas, aunque en 1999 fue reformado para albergar el primer Mundial de Clubes de la FIFA que se celebró en enero de 2000. En esa reforma su capacidad pasó de 140.000 a 103.022 personas.

Por su césped pasaron grandes ídolos del mundo futbolístico: Pelé, Rivelino, Garrincha, Ademir, Zico, Tostão, Gérson, Jair, Obdulio Varela, Schiaffino, Maradona, Eusébio, entre otros. Además, fue testigo privilegiado de algunos hechos históricos en la historia del fútbol auriverde. Sin ir más lejos, 'O Rey' Pelé consiguió el famoso gol número 1.000 de su carrera. Lo convirtió el 19 de noviembre de 1969 con la camiseta del Santos. Su penalti contra el Vasco da Gama en el minuto 34, hizo que los aficionados y cientos de fotógrafos invadieran el terreno de juego y el partido debió ser parado por unos minutos en los que el astro brasileño se paseó a hombros de sus compañeros.

El 19 de Julio de 1992, estando repleto el estadio en un juego de la final nacional entre el Fluminense y el Vasco da Gama se derrumbó parte de una de las gradas cayendo al vacío alrededor de medio centenar de aficionados, murieron tres personas en el accidente, el estadio que originalmente tenía cupo de 200,000 personas, fue reacondicionado para albergar a 130,000. En ese mismo año sufrió una inundación por las intensas lluvias.

En julio de 2007, el estadio fue palco para las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Panamericanos. Un año más tarde, el 2 de julio de 2008, fue el escenario donde se jugó la segunda final de la Copa Libertadores, en la que el Fluminense cayó derrotado, en la definición por penaltis, ante el conjunto ecuatoriano Liga Deportiva Universitaria de Quito.

En 2014 acogerá el Mundial de fútbol y dos años después será el lugar donde se realizarán las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de 2016. Para ello el mítico estadio ha cerrado sus puestas el pasado mes de febrero. La remodelación ha levantado algunas críticas por parte del Tribunal de Cuentas por el elevado coste (unos 310 millones de euros). La fecha dada de su reinauguración, durante la presentación del proyecto arquitectónico, fue para diciembre de 2012. El Maracanã conservará su fachada y color celeste original, pero su forma oval de cinco pisos va a ganar un techo, lo que le dará un aire de modernidad. Los trabajos de renovación respetarán escrupulosamente las recomendaciones de la FIFA para estadios mundialistas, por lo que pasará a tener un aforo de poco más de 83.000 personas sentadas.

14 marzo 2011

Qué fue de... Caminero

Jugador amado y odiado, durante varios años dio recitales con la camiseta atlética, nos dejó goles, regates y actuaciones estelares. Un jugador que podía jugar en cualquier posición del centro del campo, de libre, de lateral o de segundo delantero. Caminero, un jugador extraordinario que prefirió un retiro dorado en su Valladolid de origen, donde impartir lecciones de juego y clase.

José Luis Pérez Caminero nació el 8 de noviembre de 1967 en Madrid (España). Comenzó tarde a jugar al fútbol, pasó gran parte de su infancia en la Ciudad Escuela de los Muchachos de la localidad madrileña de Leganés (una ciudad a escala de niños, concebida, sobre todo, por y para los carenciales y problemáticos y por la que han pasado más de tres mil niños). Se incorporó a las categorías inferiores del Real Madrid, llegando a formar parte del primer filial blanco, el Castilla CF entre los años 1986-1989.

En 1989 ficha por el Real Valladolid con el que debuta en Primera División el 8 de octubre de 1989 ante el CD Logroñés. En el equipo 'pucelano' pronto se hizo un hueco en el once titular, el entrenador colombiano 'Pacho' Maturana le hizo abandonar su puesto como extremo y varió su posición hacia posiciones centrales más retrasadas. En la temporada 1991-92 desciende a Segunda División, consiguiendo el ascenso en la temporada siguiente, convirtiéndose en uno de los jugadores más deseados por los mejores equipos españoles.

En 1993 ficha por el Atlético de Madrid, donde vive sus mejores momentos como futbolista, aunque en sus primeras temporadas en el conjunto rojiblanco no pasó de obtener muy discretas clasificaciones, pese a sus brillantes actuaciones personales. En la temporada 1995-96 se proclama campeón de Liga y Copa del Rey, aquella temporada fue considerado el mejor jugador español del momento. Caminero tuvo un decisivo protagonismo en el conjunto entrenado por Radomir Antić, por su capacidad para crear juego desde cualquier parte del campo. Brilló excepcionalmente en el Camp Nou, donde fue una auténtica pesadilla para el Barcelona de Johan Cruyff.

Tras la consecución del 'doblete', siguió en el Atlético de Madrid. Sin embargo, año tras año, iba teniendo menos brillantez, debido principalmente, por sus continuas lesiones musculares. Ante esta situación, en 1998 regresa de nuevo al Real Valladolid donde juega seis temporadas más antes de retirarse de los terrenos de juego. Su última temporada (2003-04) no fue muy alegre, ya que su equipo descendió a la Segunda división. Así, disputó un total de 408 partidos en Primera división en los que anotó 57 goles, algunos de ellos memorables.

Jugador de gran clase y visión de juego, además de una extraordinaria llegada e inteligencia. Jugaba de centrocampista principalmente, de volante central, media punta o volcado a cualquiera de las dos bandas, preferiblemente la derecha, aunque también podía jugar de defensa libre e incluso de segundo punta. Su fama de jugador que no se esfuerza todo lo que puede, le persiguió hasta su retirada.

Fue internacional en 21 ocasiones. Su debut con la selección española se produjo el 8 de septiembre de 1993 en un partido amistoso ante Chile. Jugó el Mundial de USA’94, donde tuvo una destacada actuación, convirtiéndose en uno de los mejores jugadores del conjunto de Javier Clemente, quien le dio minutos en cuatro encuentros (Corea del Sur, Alemania, Bolivia e Italia), marcando tres goles (dos contra Bolivia y uno contra Italia). Participó además en la Eurocopa de Inglaterra’96. Caminero marcó un total de ocho goles con la selección.

Tras su retirada en 2004, ocupó el cargo de Director Deportivo en el Real Valladolid, encargándose de la búsqueda de nuevos jugadores, cargo que decidió abandonar de manera personal el 27 de Mayo de 2008. Desde entonces vive en Pucela y tiene un negocio de importación de automóviles y quads. En 2009 fue implicado en una red de narcotráfico y blanqueo de dinero, en la que fueron detenidas 31 personas.

11 marzo 2011

El despotismo de la UEFA

Tras la eliminación del Arsenal en los octavos de final de la Champions League, Arsène Wenger, técnico francés del conjunto 'Gunner' cargó duramente contra el máximo organismo europeo. Sus quejas sólo le han servido para recibir cargos de la UEFA por 'comportamiento poco deportivo y lenguaje inapropiado'.

Esto ha irritado al francés, que ha explotado: "Más le valdría a la UEFA mostrar un poco de humildad, pedir perdón y no acusar a gente que no ha hecho nada malo. No voy a reconocer ningún cargo. Estamos fuera de la Champions League, nos hemos quedado sin uno de nuestros grandes objetivos, nos han castigado y encima quieren que además pidamos perdón a la UEFA". Para Wenger, el árbitro no estuvo a la altura del partido y ahora la UEFA, tampoco: "En un partido así no puedes tomar decisiones como las que se tomaron y después mostrar tanta arrogancia. Todos podemos cometer errores, es algo que cualquiera comprende, pero a partir de ahí comienza el comportamiento dictatorial. No es de sentido común".

Y es que el técnico francés tiene mucha razón en plantarse ante la UEFA. Lejos de pensar que hubieran podido ganar en el Nou Camp (cosa que dudo ya que me sorprendió y bastante el raquítico planteamiento mostrado ante el Barça), hay algo inaceptable en los modos con los que la UEFA maneja el fútbol europeo. Su despotismo, su falta de escrúpulos y su ausencia de cintura chocan de frente con los valores que precisamente la propia UEFA ha exportado desde siempre: respeto, tolerancia e igualdad para todos.

Más que una asamblea de federaciones de fútbol parece una policía de las de los países del este antes de caer el 'telón de acero'. Un gran hermano que tan solo vigila las tonterías, mientras, recauda con una mano y castiga con la otra. Los fundamentos de su disciplina son intolerables. Parece regir el principio de culpabilidad al de inocencia. Además, no hay perdón, los castigos desproporcionados están más orientados a generar un estado de pánico que a buscar justicia.

En resumen, una total indecencia para el fútbol. Abuso tras abuso y mientras, una élite de 'gorrones' viviendo como dioses. Y es que su presidente, monsieur Platini es como dirigente lo contrario a lo que fue como jugador. Hoy parece más dispuesto a cargarse el fútbol como espectáculo que a contribuir con el mismo. Con ese aire apático que acompaña a algunos franceses, al llegar a la presidencia de la UEFA, Platini aseguró traer consigo la solución a todos los problemas. Promesas sin fin a jugadores, operadores de televisión y hasta a los árbitros. Todo mentira, ni ha habido reacción alguna al caos generado por la 'Ley Bosman', ni las competiciones han crecido lo más mínimo, ni se pita mejor. Todo igual o peor de lo que estaba.

Y es que no logro entender como las principales ligas europeas no se han sublevado hace años y han dinamitado la UEFA, pero tan solo hay que mirar al sillón presidencial de la RFEF como claro ejemplo de los 'personajes' que suelen ocupar estos cargos. Y ya se sabe, los tontos con cargo son como las manchas de vino: no es fácil quitarlas.