07 abril 2011

La mala gestión de Agapito Iglesias

El Real Zaragoza fue fundado en 1932 tras la unión de dos equipos el Iberia SC y del Zaragoza CD. Es, por tanto, un equipo histórico con un amplio palmarés en la que encontramos 6 Copas del Rey, 1 Supercopa de España, 1 Copa de Ferias (posteriormente Copa de la UEFA) y la Recopa de Europa conseguida en 1995.

Pero la situación del club aragonés no es para nada la misma, actualmente el conjunto blanquiazul se encuentra sumido en un crisis tanto futbolística, como económica y empresarial. Tras la muerte de Alfonso Solans, asume la presidencia del equipo su hijo, muchos dirían que el auténtico forofo del equipo fue el padre y que el hijo no era ni aficionado al fútbol, tan solo mantenía el club como otra más de las empresas familiares. Así es como tras varios meses de negociaciones, vendió el club a Agapito Iglesias, empresario promotor de suelo industrial y presidente del Grupo Codesport. Agapito puso como cabeza visible a Eduardo Bandrés (hasta entonces Consejero de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Aragón), que se encargaría de la dirección del club, mientras que él pasaría a la sombra siendo el máximo accionista.

Con un comienzo muy prometedor y con importantes inversiones de dinero, la llegada de Víctor Fernández al banquillo trajo consigo el desembarco de grandes nombres como los Aimar, Diego Milito o un jovencísimo Gerard Piqué, a pesar de lo cual se hizo una temporada modesta, pero dejo entrever que algo no funcionaba y fue el año siguiente cuando se produjo la catástrofe. Con una segunda intención de inversión se gastó un buen capital en jugadores como Roberto Ayala, Matuzalém, Francisco Pavón y Ricardo Oliveira. Aunque a primera vista parecen un buen grupo de jugadores, ninguno rindió a su nivel esperado. Matuzalém se lesionó, Pavón fue un coladero en defensa, Oliveira desafinado de cara al gol, y Ayala ya en claro descenso en su carrera deportiva. Todo esto sumado al mal juego del equipo desembocó en el descenso a segunda división, varapalo que se llevó la fición y la junta de accionistas del club al haber invertido tanto dinero (no hay que olvidar que los jugadores del conjunto maño tenían las fichas más altas de la liga, por detrás de Real Madrid, Barcelona, Valencia y Atleti) y haber recibido este revés.

El ascenso se consiguió después de una dura campaña en la división de plata, y la temporada pasada más de lo mismo, ya se veían jugando nuevamente frente al Huesca cuando se produjo la reacción tras 'revolucionar' el mercado invernal, en el que llegaron 7 jugadores (Roberto, Jarosik, Contini, Edmilson, Eliseu, Colunga y Suazo).

Esta temporada está pasando lo mismo, aunque esta vez el conjunto maño no va a tener tanta suerte ya que no hay dinero para fichar, en realidad no hay dinero para nada. Ander Herrera, producto estrella de la cantera maña ya ha sido vendido al Athletic de cara a la próxima temporada, con el único fin de conseguir dinero para poder pagar la segunda parte de las fichas de los jugadores de la pasada campaña.

La actual plantilla es insuficiente, por lo que si Aguirre no lo remedia el Real Zaragoza va directo al descenso. Tan solo veo una luz que pasa por la mano del entrenador mexicano, que ya consiguió 'algo parecido' con el Osasuna en temporadas pasadas.

Y ante esta situación de caos económico, de deber cantidades ingentes de dinero a clubes, jugadores y empleados ¿quien es el culpable? La respuesta esta muy clara, la mala gestión de Agapito Iglesias y sus allegados, personajes que han hecho una mala gestión tanto de fichajes como de plantilla, no se puede gastar semejante dineral durante las últimas dos temporadas sin conseguir unos objetivos mínimos. Hace falta una total renovación del club, estructural, económica y futbolística. Lo mejor para el club en el momento actual sería dejar en manos de un buen gestor y administrador la parte estructural y económica, y sobre todo el apartado futbolístico, haciendo hincapié en la secretaría técnica y el apartado de fichajes.

Ante la desastrosa gestión actual que ha desembocado en una total bancarrota del club y sin atisbo de esperanza, lo más recomendable seria que Agapito Iglesias abandonara el club y lo dejara en manos de algún grupo inversor comprometido con el zaragocismo para así, intentar salvar a este gran equipo que tantas alegrías dio al fútbol español.

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